lunes, 27 de agosto de 2007

La muerte de MANOLETE

Hace hoy sesenta años que murió Manolete. Tenía treinta años recién cumplidos. Fué en Linares el diá 28 del fatídico mes de agosto, alternando esa tarde con Luis Miguel Dominguín y Gitanillo de Triana.

El toro asesino se llamó Islero, de la ganadería de Miura. Manolete, quien fué un extraordinario estoqueador, ejecuta la estocada con mucha lentitud, error que le costaría la vida. El toro hunde hasta la cepa el pitón en su muslo derecho. Los destrozos causados en el triángulo de Scarpa atravesado por la vena femoral le produjeron la gran hemorragia que terminó con la vida del torero el 29 de agosto de 1947 a las cinco horas y siete minutos de la madrugada.

Pero la causa final de la muerte del torero ha permanecido oculta hasta 1997, revelada por el hijo del médico de Linares que atendió al torero, Fernando Garrido. Parece ser que tras la cogida, que había sido grave pero no mortal, el torero había perdido mucha sangre y Fernando Garrido operó y dispuso que se le practicaran las transfusiones de sangre necesarias, cosa que empezó a hacerse.

A las pocas horas el torero se recuperó, habló, se fumó un cigarro, y hasta reguntó cómo había ido la corrida, aunque seguía débil. Fué entonces cuando lleguó el Doctor Giménez Guinea, en quien Manolete tenía mucha confianza, y ordenó que se suspendieran las transfusiones y que se le aplicara un plasma noruego. A los pocos minutos de entrar el plasma en la sangre del torero, apareció la muerte.

Posteriores investigaciones habrían llegado a la conclusión de que se trataba de un plasma que se había usado con relativo éxito durante la segunda guerra mundial, pero que en 1947 ya se encontraba pasado habiendo causado no solamente la muerte de Manolete sino también las de otras personas que recibieron dicho producto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este artículo es de tu cosecha????

Anónimo dijo...

En absoluto amigo roscador. Tanto el artículo de "La Muerte de Manolete" y Manolete "Biografía" están recogidos de diferentes portales de internet.

Un saludo.

pepe dijo...

donde esta mi comentario