lunes, 26 de enero de 2009

La Historia de nunca acabar...







Una fecha: Domingo de Resurrección.

Un hombre: José Tomás.

Y dos destinos: Málaga o Sevilla.

Esto se está convirtiendo ya en la historia de nunca acabar, pero pese a todo, me gusta ese "runrún" que corre por los corrillos taurinos...porque ello implica que "La Fiesta está viva".

La Fiesta Nacional estaba necesitada de estos "rifirafes" en los despachos y de la intriga en el aficionado. Si se ha llegado a esta situación es porque verdaderamente hay toreros que lo han provocado, y lo mejor de todo es que esa motivación ha nacido en el ruedo, donde algunos toreros se la jugaron durante 2008 a carta cabal y ahora un nutrido grupo de empresarios pujan por ellos. Por los mejores.

El empresario tiene una amplia baraja de toreros donde escoger. Lógicamente, "Teoría del buen empresario", la cuestión está en ganar dinero, el máximo posible. El pequeño matiz que diferencia al "buen empresario" al del "empresario legal" lo encontramos en saber ganar el máximo parné posible pero ofreciendo un espectáculo digno y de interés para el aficionado. Asunto cuanto menos controvertido y que merecería un artículo aparte.

El caso es que un hombre, José Tomás está marcando diferencias al resto de sus compañeros, caso comparable al de Manuel Benítez "El Cordobés" en su tiempo y claro está, en otra dimensión. Lo que no podemos obviar bajo ningún concepto es que Tomás, como quiera que sea y pese a quien pese ha sabido anteponer ante su figura un cerco que lo diferencian del resto de toreros. Podrá gustar más o menos, podrá torear mejor o peor, sus exigencias serán lógicas o no, pero ha conseguido sin embargo que toda una afición esté pendiente de él y sobre todo, que los empresarios se lo rifen de la manera en que lo hacen. Y eso es algo que tenemos que elogiar en el de Galapagar. No sabemos si todo esto lo ha provocado el torero a conciencia, pero aún siendo así, tiene todo el mérito del mundo. No todos los toreros son capaces de crear entorno a ellos tantísimo interés mediático.

La edición del Domingo de Resurrección pasará a la historia por la ciudad o la empresa que finalmente se lleve el gato al agua, o mejor dicho, que se lleve a José Tomás a su plaza. La afición en estos días mira con ansias los periódicos, busca y rebusca por internet para intentar averiguar cualquier dato. Como he dicho anteriormente hay toreros suficientes para hacer buenos carteles, pero todos quieren al que dicen..."es el mejor", aunque yo diría "el más taquillero".

La cosa está entre Málaga o Sevilla. Los malagueños hablan ya de Javier Conde, José Tomás y Daniel Luque mientras que los sevillanos se quedan con Morante, El Cid y Manzanares. Ambos carteles, excelentes pero mejorables por supuesto. Por ello Málaga prefiere a Perera en el puesto de Luque y Sevilla a José Tomás en el puesto de Manzanares. Y ahí está el lío. Yo sigo afirmando lo que dije en este blog en su día, que el acuerdo, no se si firmado o no, entre José Tomás para Málaga en Resurrección estaba hecho desde el pasado 14 de enero, aunque el apoderado de Tomás, el Sr. Boix esté tonteando con Sevilla. Y en lo que respecta a Perera, decir que cada vez se aleja más de las ciudades andaluzas y se acerca a Madrid acompañado de Talavante.

Todo puede ocurrir, cualquier combinación es posible, y como he dicho anteriormente, se pueden hacer buenos carteles, aunque en ellos no figure José Tomás. Pero algo especial tendrá que tener este torero, y mira que es caro, (para Málaga se habla de 240.000 €) para que los empresarios luchen por él de la manera en que lo hacen.

No obstante desde rincontaurino lanzo un "ole" por José Tomás, porque ya quisiéramos muchos estar donde está él.