¿Qué tiene Morante?. Esa es la pregunta que despierta mayor controversia dentro de la actualidad de la fiesta. No hay que preguntarse si tiene cosas de José o de Juan, si capotea como De Paula o trabaja las muñecas como Rafael.
El de La Puebla es tan único como un día de lluvia. La acción de llover siempre es la misma pero su estilo, su fuerza o su luz la convierten en genuina. No es lo mismo una lluvia tormentosa que una lluvia de “Romero”
Morante es artista en el albero y en la vida. Abre la sensibilidad su capote y envuelve la magia en oro, plata o azabache. Sus gotas refrescan cuando golpean el seco piso de la faena desprendiendo un aroma a torería.
El toreo de cualquier gran figura comparte parte del aguacero con el resto pero cada uno alecciona sus propias nubes a su sentimiento estético, es la humedad propia la que espera el aficionado para empapar sus sentidos en una tarde de toros.
Lo que no hay duda que el publico añora que termine la sequía y que otra vez llueva “Morante”.
El de La Puebla es tan único como un día de lluvia. La acción de llover siempre es la misma pero su estilo, su fuerza o su luz la convierten en genuina. No es lo mismo una lluvia tormentosa que una lluvia de “Romero”
Morante es artista en el albero y en la vida. Abre la sensibilidad su capote y envuelve la magia en oro, plata o azabache. Sus gotas refrescan cuando golpean el seco piso de la faena desprendiendo un aroma a torería.
El toreo de cualquier gran figura comparte parte del aguacero con el resto pero cada uno alecciona sus propias nubes a su sentimiento estético, es la humedad propia la que espera el aficionado para empapar sus sentidos en una tarde de toros.
Lo que no hay duda que el publico añora que termine la sequía y que otra vez llueva “Morante”.